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Covid-19

Jorge Paz Ciudadanías. Revista De Políticas Sociales Urbanas, (9). 2021

Este artículo pretende identificar y cuantificar la situación de bienestar (malestar) de niñas y niños hacia fines del año 2020, según los niveles de vulnerabilidad detectados antes del comienzo de la pandemia. Se pudo ver que las vulnerabilidades que provienen de la inserción precaria de padres y madres en el mercado laboral, de la residencia con personas con alto riesgo de muerte y la dependencia de la ayuda y la caridad, actuaron aumentando la entrada a la pobreza y obstruyendo la salida de niñas y niños. La vulnerabilidad proveniente del tipo de hogar no fue un factor de peso de las pérdidas de bienestar económico de niñas y niños. Estos resultados advierten acerca de la importancia de los determinantes estructurales de la pobreza, que siguen actuando pese al esfuerzo fiscal realizado por el gobierno para contener los efectos negativos de la recesión económica debida al confinamiento.

Ver el artículo completo AQUÍ.

Alberto Minujín y Jorge Paz, Sociedad e infancias, 5(2), 15-30

La desigualdad socioeconómica en Argentina entre los niños y las familias, como en la mayoría de los países, es un hecho estructural que se ha medido desde que se dispone de datos adecuados para hacerlo. Esta desigualdad se expresa tanto en la pobreza monetaria, que en Argentina supera actualmente al 60% de la población menor de 18 años, como en las privaciones no monetarias que afectan a más de la mitad de las niñas y niños del país. La pandemia y las medidas de confinamiento impuestas por el gobierno nacional incluyeron el cierre de escuelas, al igual que otros países, lo que reforzó la dependencia de la conectividad para dar continuidad al proceso educativo. Dado que el acceso a la conectividad y su uso efectivo están fuertemente relacionados con el grupo socioeconómico al que pertenecen niñas, niños y adolescentes, era de esperar que las medidas de confinamiento afectarían más a los económicamente desfavorecidos. Los datos disponibles muestran que esto, de hecho, es lo que ocurrió. Sin embargo, también mostró un aumento generalizado en el acceso y uso de la tecnología digital que fue aún más intenso en los grupos sociales con menores ingresos y mayores privaciones de derechos. Este artículo tiene como objetivo documentar y analizar este proceso con datos longitudinales que abarcan el período 2016-2020, con especial énfasis en los últimos años.

Ver el artículo completo AQUÍ.

Introducción El objetivo de este estudio de corte transversal fue describir los principales síntomas asociados con la COVID-19, y sus características diagnósticas, para ayudar en el diagnóstico clínico.

Métodos Se llevó a cabo un análisis de todos los pacientes diagnosticados con SARS-CoV-2 por RT-PCR entre abril y mayo 2020 en Argentina. Los datos incluyen información clínica y demográfica de todos los sujetos en el momento de la presentación (n = 67318, donde el 12% fueron positivos para SARS-CoV-2). La población de estudio se dividió en cuatro grupos de edad: pediátricos (0-17 años), adultos jóvenes (18-44 años), adultos (45-64 años) y ancianos (65-103 años). Se utilizó una regresión logística multivariante para medir la asociación de todos los síntomas y crear un modelo de diagnóstico basado en ellos.

Resultados Los síntomas asociados con la COVID-19 fueron anosmia, disgeusia, dolor de cabeza, febrícula, odinofagia y malestar. Sin embargo, la presentación de estos síntomas fue diferente entre los distintos grupos de edad. A su vez, en el momento de la presentación, los síntomas asociados a problemas respiratorios (dolor en el pecho, dolor abdominal y disnea) tuvieron una asociación negativa con la COVID-19 o no significativa estadísticamente. Por otro lado, el modelo basado en 16 síntomas, edad y sexo, presentó una sensibilidad del 80% y una especificidad del 46%.

Conclusiones Hubo diferencias significativas entre los diferentes grupos de edad. Además, hubo interacciones entre diferentes síntomas que estaban altamente asociados con la COVID-19. Finalmente, nuestros hallazgos mostraron que un modelo de regresión basado en múltiples factores (edad, sexo, interacción entre síntomas) se puede utilizar como un método de diagnóstico accesorio o una detección rápida de la sospecha de COVID-19.

Ver el artículo completo AQUÍ.

La pandemia de coronavirus tuvo muchas consecuencias más allá de lo estrictamente sanitario y epidemiológico. En esta nota se pone el foco en aquellas que pueden ser cuantificadas en la Argentina. Las 10 figuras que se ofrecen a las/os lectoras/es resumen los temas de los que se ocupa el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE) de la Universidad Nacional de Salta (Argentina). Ellos intentan resumir lo que sucedió y trazar una imagen de los desafíos que habrá que enfrentar en el año 2021.

El documento completo se encuentra disponible AQUÍ.

-El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se ubica entre las regiones con mayores restricciones del mundo, según los datos de la Universidad de Oxford (Reino Unido).

-En el caso de la Argentina, se ven 2 fenómenos: las medidas de aislamiento y su duración generaron una fuerte caída de la actividad económica, con una tasa que en promedio supera a la de los países más desarrollados del mundo y de la región. Además, el país empeora día a día en los indicadores relacionados con el coronavirus.

-Los países con menor caída de la economía son los que tuvieron menos muertes por COVID-19 porque hicieron más testeo, rastreo y aislamiento, y no porque tuvieron cuarentenas más largas, como nuestro país.

Podés ver la nota completa AQUÍ.

Entrevista vía la Asociación de Estudios de la Población Argentina (AEPA).

"En contexto de pandemia las estadísticas públicas son a la vez un instrumento esencial para monitorearla y gestionar el distanciamiento social, y una actividad condicionada por las restricciones a la circulación. A través de entrevistas, la AEPA les ha dado voz a tres Direcciones Provinciales de Estadística, en quienes recae la etapa de la producción de estadísticas públicas más comprometida: el relevamiento de datos en campo."

Ver el Boletín de AEPA con todas las entrevistas AQUÍ

-La pobreza en la Argentina aumentó un 16% entre 2019 y 2020, la mitad del aumento que había registrado entre 2018 y 2019.

-No todos los centros urbanos aumentaron esta vez. Diez de los 31 mantuvo su nivel o redujo su pobreza, y los 21 restantes aumentaron, aunque lo hicieron a una velocidad mucho menor que el aumento del período anterior. 

-Los datos fueron relevados en el peor momento de la pandemia, cuando la actividad se había visto reducida e casi un 80% de los niveles que podrían denominarse normales y donde todavía no se habían implementado plenamente los “anticuerpos sociales”: el IFE, la Tarjeta Alimentar, etc. 

Ver más información AQUÍ

Contribución del Ielde a Página/12

"Parte de quienes perdieron sus empleos no se convirtieron en desempleados, se quedaron en la inactividad contenidos con los transferencias monetarias del gobierno, como el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia)”

Podés ver la nota completa AQUÍ

Al inicio del aislamiento obligatorio, la movilidad bajó fuertemente en todo el país y en los lugares de trabajo se ubicó un 57% por debajo de lo que era antes de la pandemia.

Actualmente, la movilidad subió y está un 18% por debajo de lo que era.

Si bien al comienzo hubo poca diferencia entre provincias, esta se fue acrecentando con el tiempo. En las provincias con mayor pobreza se ve mayor movilidad en los lugares de trabajo.

Mirá la nota completa AQUÍ

Colaboración del IELDE a El Tribuno Salta

"Las personas mayores se llevan la peor parte en esta pandemia, la más trágica. La probabilidad de morir una vez contraído el COVID-19 es para este grupo muy alta y creciente con la edad."

Podés leer la nota completa AQUÍ

Contribución para el PNUD en América Latina y el Caribe

-La prevalencia de enfermedades críticas para la mortalidad por coronavirus es más alta entre las personas mayores y crece con la edad.

-Se trata, además, de un grupo vulnerable desde una perspectiva social

-Los ingresos de que disponen provienen de un sistema de seguridad que, si bien incluye a la mayor parte del grupo, los dota con un monto menor que les permite acaso cubrir las necesidades básicas de alimentación, pero no mucho más.

-El grupo tiene un nivel educativo comparativamente bajo y poco ejercicio en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, lo que los hace más dependientes de los otros grupos de población (principalmente de personas adultas en edades centrales) y que los posiciona en desventaja en la sociedad actual.

Podés ver el artículo completo aquí:

Versión en español

Versión en inglés

Contribución para el PNUD en América Latina y el Caribe

- Las condiciones sociales y económicas preexistentes convierten a niñas y niños del país en población de riesgo ante la pandemia.

- Por los indicadores examinados, más de la mitad de niñas y niños estarían en condiciones de vulnerabilidad social.

- Se trata de más de 2,5 millones de menores de 18 años.

- Esta cifra es aún más elevada cuando se toman en cuenta la acción conjunta de todas las dimensiones consideradas.

Podés ver el artículo completo aquí: Versión en español - Versión en inglés

Resumen 

Este documento analiza desde una perspectiva demográfica los datos del COVID-19 en Argentina. Luego de 3 meses de detectado el primer caso en el país, el número de confirmados supera los 17mil y se han producido más de 550 defunciones adjudicadas a esta enfermedad. Para el análisis Se utilizaron diversas fuentes de datos, aunque el origen de toda la información es el Ministerio de Salud de la Nación. Las conclusiones fundamentales son: una gran selectividad del virus en lo que hace a mortalidad y contagio por sexo y edad, un aumento en el número de casos positivos y un importante control de la mortalidad. La edad es un predictor muy preciso de la mortalidad y los condicionantes sociales afectan más la morbilidad femenina que la masculina y la mortalidad masculina pero no la femenina. La Argentina estaría muy próxima a alcanzar el máximo diario de defunciones y hacia octubre del presente año podría esperarse que alcance el máximo acumulado. El pronóstico acerca de los casos positivos es mucho menos preciso y dependerá crucialmente de las medidas que se adopten en la Ciudad de Buenos Aires, y en las provincias de Buenos Aires y Chaco.

Descargar: Documento de Trabajo N°22 IELDE

Los Estados Financieros publicados por las empresas (coticen o no en la bolsa) suelen estar preparados bajo la hipótesis de empresa en funcionamiento, esto es, bajo el supuesto de que continuarán operando en el futuro previsible.

Los efectos del COVID-19 generan incertidumbre respecto de la capacidad de las empresas de continuar efectivamente en funcionamiento.

La paralización de las operaciones de una empresa y su eventual liquidación afectan a diversos grupos de interés y no solo a sus propietarios. Es necesario que estos actores cuenten con la información necesaria acerca del futuro de la organización en el corto plazo.

En este contexto, se ha emitido una alerta respecto a las especiales responsabilidades que surgen para la Dirección de las empresas y para los auditores de los Estados Financieros. Asimismo, la Federación Argentina de Consejos Profesionales De Ciencias Económicas (FACPCE) también emitió una guía para resolver cuestiones emergentes del contexto actual marcado por el COVID- -19.

Descargar: Gacetilla Nro. 22 IELDE

Diversos medios de comunicación destacan estimaciones realizadas por UNICEF y el IELDE sobre los efectos de la pandemia del COVID-19 en la pobreza infantil.

"Según las proyecciones, los impactos de la pandemia en la pobreza variarán con base en las regiones, las composiciones de los hogares, la escolaridad y la ubicación de la vivienda, entre otras condiciones socioeconómicas. Por caso, si el hogar estudiado está en una villa, la pobreza pasará del 74,4% a 91,7% en sólo un año"

Podés ver algunas notas que mencionan este estudio haciendo click en: La Nación - Clarín - Infobae

El Tribuno se hizo eco de un estudio UNICEF y el IELDE sobre los efectos que tendrá la pandemia COVID-19 sobre la pobreza monetaria infantil y la desigualdad en la Argentina.

"En el segundo semestre de 2019 la pobreza en el NOA afectaba al 56,6 por ciento de NNyA y la indigencia al 10,6 por ciento. Hacia fines de este año, de acuerdo con las estimaciones, 85.654 niños más estarán en esta situación y 23.501 de ellos ni siquiera cubrirán sus necesidades alimentarias"

Podés ver la nota completa AQUÍ

El contexto económico de Argentina venía ya complicado, afrontando una disminución de la Actividad Económica (variación negativa porcentual promedio de 1,9) durante 2019. Al agregar datos de la Encuesta Permanente de Hogares (INDEC, 2019) los principales indicadores del mercado de trabajo arrojaban, 47,7 de Tasa de actividad y 10,6 de Tasa de desocupación. La llegada del COVID-19 a la región, el aislamiento social preventivo y obligatorio dispuesto y extendido por el Presidente Alberto Fernández, por ahora, hasta el domingo 24 de mayo de 2020 inclusive, constituye todo un desafío para el país y plantea un nuevo escenario a la actual fase recesiva que atraviesa nuestro país. Si bien la medida tiene consecuencias sanitarias y económicas que afectan al total de la población, al domingo 17 de mayo, Argentina registra un total de 7.805 casos confirmados y 363 personas fallecidas a causa de la enfermedad. Desde lo económico, se esperan efectos dispares por sectores y para los diversos espacios del mercado de trabajo. Nos centraremos en espacios laborales que, por su condición, presentan vulnerabilidad socioeconómica que puede verse agravada frente a esta pandemia.

Descargar: Gacetilla Nro. 21 IELDE

La Argentina, como otros países de la región, es un país atravesado por la desigualdad educativa. El acceso a la educación varía de región a región y también por el nivel socio-económico de las familias; y el desempeño académico de niñas/ niños y adolescentes también es heterogéneo entre jurisdicciones y según variables sociodemográficas. Frente al brote del nuevo coronavirus como una pandemia, una de las primeras medidas tomadas por el Gobierno de la Nación fue la suspensión de clases. Esta medida ha revelado brechas conocidas e históricas, pero que en este contexto de emergencia e interrupción de la actividad escolar se profundizan como consecuencia de la brecha digital que condiciona la continuidad de la actividad escolar para un número importante de estudiantes.

Descargar: Gacetilla Nro. 20 IELDE

"Las peores, de los 80 para acá y de esas siete crisis, esta se ubica en un nivel intermedio. Es un despropósito plantear hoy un escenario de catástrofes. Ahora privilegiemos la protección de la salud y sepamos que estas crisis siempre tienen un efecto rebote."

Jorge Paz, en El Tribuno

Para ver la entrevista completa, hace click AQUÍ

Por María Celeste Gómez (CICE (CIECS) UNC, CONICET)

A un mes de que la Organización Mundial de la Salud declarara una pandemia por COVID-19, los impactos sobre la economía en general y la industria en particular comienzan a revelarse a nivel global en múltiples dimensiones: el empleo, la producción, el intercambio, la educación, por citar sólo algunas. La historia no acaba ahí, sino que deviene, a su vez, en notables efectos sobre las condiciones de vida de las sociedades: la pérdida de ingresos, el desempleo, las mutaciones en la naturaleza del trabajo y las relaciones laborales, el empobrecimiento de la población, la creciente exclusión social, la profundización de desigualdades y la aparición de nuevas brechas sociales, entre otros.

La política industrial puede aportar herramientas para sostener el tejido productivo y aportar a la reconstrucción económica una vez que los efectos directos de la pandemia sobre la salud de la población hayan cesado. El Dr. Hernán Morero, Investigador Adjunto del CONICET, miembro del Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad (CIECS-CONICET), y Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba, aporta en este documento algunas reflexiones acerca del nuevo escenario que el estado de emergencia sanitaria mundial está recreando, como también lineamientos de política pública para reforzar el sector industrial en nuestro país y en América Latina.

Entre las políticas propuestas se destacan, en lo inmediato, políticas fiscales, financieras y de servicios, medidas de corte horizontal que atiendan con especial relevancia la heterogénea estructura productiva que caracteriza a la región. Esto requiere prestar principal apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) y considerar la importante franja de empresas que desarrollan sus tareas en alguna dimensión de la informalidad. Asimismo, cobra creciente relevancia, según el autor, replantear las políticas de protección social y de institucionalidad laboral, recuperando y actualizando funciones propias del Estado de Bienestar. En relación a los sistemas de innovación, cabe plantear políticas de incentivos alternativas a la eficiencia económica sobre los sectores sanitarios y sus encadenamientos.  Las prácticas laborales en confinamiento asociadas al teletrabajo, resultan también modelos generalizados por la emergencia que requieren un replanteo en virtud de su avance sobre los derechos laborales y la apropiación de sus beneficios.

Ver el documento completo AQUÍ

Hay 13,2 millones de niñas, niños y adolescentes en Argentina hoy (año 2020). Una proporción no menor de esas NNyA se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad por diversos motivos, una vulnerabilidad multidimensional.

Los riesgos que hacen a una NNyA vulnerable van desde la posibilidad de interrumpir su escolaridad regular, hasta quedar sola/o por la muerte de la persona adulta con la que vive.

Se pudieron medir 6 dimensiones de vulnerabilidad para la situación más reciente, primer semestre de 2019: edad de la persona de referencia (PR) del hogar, estructura del hogar, situación laboral de la PR, tipo de hogar ayuda y pobrezas (monetaria y NBI). 

La vulnerabilidad de NNyA que viven en hogares cuya PR en una mujer es siempre mayor que el promedio de los hogares del país

Descargar: Gacetilla Nro. 19 IELDE

Por María Celeste Gómez (CICE (CIECS) UNC, CONICET)

Desde comienzos de año, la pandemia de COVID-19 produce efectos en una multiplicidad de dimensiones que van más allá de las condiciones sanitarias de cada país afectado. Entre ellas, las caídas en los niveles de actividad económica, los riesgos laborales y la probable pérdida de empleos en la mayoría de los sectores de la economía cobran creciente relevancia a medida que la enfermedad se instala en cada país y los gobiernos toman medidas para mitigar la expansión del virus a lo largo de su territorio.

Ante la ausencia de toda estrategia coordinada de política internacional, se observa una variedad de medidas adoptadas por los gobiernos nacionales. Estas pueden distinguirse por la amplitud o focalización de las mismas (políticas sobre algunos sectores o grupos poblacionales o medidas con incidencia sobre toda la sociedad), al grado de coerción impreso en las políticas instrumentadas (distanciamiento social, aislamiento sugerido o confinamiento obligatorio, cierre de actividades no esenciales para el curso de la vida humana, entre otros).

Como aporte al análisis de los impactos de esta nueva coyuntura sobre el mercado laboral y las condiciones de trabajo a nivel global, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su informe “COVID-19 y el mundo del trabajo” realizó estimaciones preliminares sobre los impactos en el mercado laboral, medidos éstos por medio de horas de trabajo o su equivalente en jornadas laborales. En este reporte, con fecha 07 de abril de 2020, se toma en cuenta la heterogeneidad que imprime cada sector, al igual que la incidencia de la informalidad laboral como factor que acentúa los efectos adversos a nivel del empleo.

Los resultados principales del informe son:

  • Con una creciente aceleración de los tiempos de impacto del virus y un mayor alcance global, se estima que las medidas de cierre de las actividades económicas afectan -a dicha fecha- a casi el 81% de la fuerza de trabajo del mundo. En términos laborales, se estima una caída de casi el 7% de las horas de trabajo, o el equivalente a 195 millones de trabajadores a tiempo completo.
  • Las empresas más perjudicadas por el cierre de sus actividades son las pequeñas firmas. En línea con éstas, los trabajadores más afectados son quienes trabajan en condiciones de informalidad y están asociados a grupos vulnerables sin cobertura social alguna.
  • El impacto final de esta crisis está lejos de identificarse, y dependerá críticamente de la evolución de la pandemia y las medidas adoptadas para mitigar su impacto. Sin políticas públicas de emergencia para el sostenimiento de la población y las actividades económicas, miles de trabajadores corren un alto riesgo transitar hacia la pobreza y la indigencia y vivirla como como un condicionamiento social permanente. En términos de género, las mujeres resultan el grupo más afectado por estos impactos.

Casi el 38% de la mano de obra global, está empleada en sectores que sufren una grave disminución de la producción y a un alto riesgo de pérdidas de empleo (comercio minorista, servicios de alojamiento y alimentación, servicios personales e industria manufacturera).

Ver el informe completo (en inglés) AQUÍ

La Ciudad de Salta registra un nivel de pobreza de 41,8%, equivalente a 287.187 de personas. Frente al brote del nuevo coronavirus como una pandemia, el Presidente Alberto Fernández ha dispuesto un aislamiento social preventivo y obligatorio hasta el 31 de marzo de 2020, que luego prorrogó hasta después de Semana Santa y más tarde hasta el día 26 de abril. Esta medida tiene consecuencias económicas inevitables sobre la población en general, pero quizá con mayor intensidad sobre la población más carente. Ante esta realidad el Gobierno Nacional ha tomado medidas de contención al ya extendido sistema de protección social.

Descargar: Gacetilla Nro. 18 IELDE

Te presentamos una serie de indicadores que resumen la pandemia del COVID-19 en Argentina. Hace click AQUÍ

La población mayor de 65 años  son la que registran la mortalidad más elevada debida al COVID-19. La probabilidad de morir de una persona de 60 años y más una vez contraída la enfermedad es entre 35 y 40 veces más elevada que la de una persona entre 30 y 59 años.

Para evitar el contagio, lo más eficaz es el distanciamiento social. El distanciamiento es posible si existe algún mecanismo de aprovisionamiento de elementos tales como alimentos y medicamentos, pero más de la mitad de las personas mayores en el país viven solas.

La provisión de alimentos y medicamentos se facilita en la medida en que se dispongan de recursos para pagar los servicios de traslado. El 11% de las personas mayores es pobre por ingresos y más de la mitad tiene privaciones en otros aspectos.

Tanto el cobro de haberes como el pago de servicios y la compra de bienes se puede hacer desde casa. Para eso se necesitan destrezas que permitan el manejo de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TICs) y tener computadora o celular y acceso a internet. Las personas mayores tienen dificultades de base para usar las TICs, buena parte de ellos viven en hogares que no tienen computadora, y la gran mayoría no usa computadora ni internet.

Descargar: Gacetilla Nro. 17 IELDE

Jorge Paz Ciudadanías. Revista De Políticas Sociales Urbanas, (9). 2021

Este artículo pretende identificar y cuantificar la situación de bienestar (malestar) de niñas y niños hacia fines del año 2020, según los niveles de vulnerabilidad detectados antes del comienzo de la pandemia. Se pudo ver que las vulnerabilidades que provienen de la inserción precaria de padres y madres en el mercado laboral, de la residencia con personas con alto riesgo de muerte y la dependencia de la ayuda y la caridad, actuaron aumentando la entrada a la pobreza y obstruyendo la salida de niñas y niños. La vulnerabilidad proveniente del tipo de hogar no fue un factor de peso de las pérdidas de bienestar económico de niñas y niños. Estos resultados advierten acerca de la importancia de los determinantes estructurales de la pobreza, que siguen actuando pese al esfuerzo fiscal realizado por el gobierno para contener los efectos negativos de la recesión económica debida al confinamiento.

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Alberto Minujín y Jorge Paz, Sociedad e infancias, 5(2), 15-30

La desigualdad socioeconómica en Argentina entre los niños y las familias, como en la mayoría de los países, es un hecho estructural que se ha medido desde que se dispone de datos adecuados para hacerlo. Esta desigualdad se expresa tanto en la pobreza monetaria, que en Argentina supera actualmente al 60% de la población menor de 18 años, como en las privaciones no monetarias que afectan a más de la mitad de las niñas y niños del país. La pandemia y las medidas de confinamiento impuestas por el gobierno nacional incluyeron el cierre de escuelas, al igual que otros países, lo que reforzó la dependencia de la conectividad para dar continuidad al proceso educativo. Dado que el acceso a la conectividad y su uso efectivo están fuertemente relacionados con el grupo socioeconómico al que pertenecen niñas, niños y adolescentes, era de esperar que las medidas de confinamiento afectarían más a los económicamente desfavorecidos. Los datos disponibles muestran que esto, de hecho, es lo que ocurrió. Sin embargo, también mostró un aumento generalizado en el acceso y uso de la tecnología digital que fue aún más intenso en los grupos sociales con menores ingresos y mayores privaciones de derechos. Este artículo tiene como objetivo documentar y analizar este proceso con datos longitudinales que abarcan el período 2016-2020, con especial énfasis en los últimos años.

Ver el artículo completo AQUÍ.

Introducción El objetivo de este estudio de corte transversal fue describir los principales síntomas asociados con la COVID-19, y sus características diagnósticas, para ayudar en el diagnóstico clínico.

Métodos Se llevó a cabo un análisis de todos los pacientes diagnosticados con SARS-CoV-2 por RT-PCR entre abril y mayo 2020 en Argentina. Los datos incluyen información clínica y demográfica de todos los sujetos en el momento de la presentación (n = 67318, donde el 12% fueron positivos para SARS-CoV-2). La población de estudio se dividió en cuatro grupos de edad: pediátricos (0-17 años), adultos jóvenes (18-44 años), adultos (45-64 años) y ancianos (65-103 años). Se utilizó una regresión logística multivariante para medir la asociación de todos los síntomas y crear un modelo de diagnóstico basado en ellos.

Resultados Los síntomas asociados con la COVID-19 fueron anosmia, disgeusia, dolor de cabeza, febrícula, odinofagia y malestar. Sin embargo, la presentación de estos síntomas fue diferente entre los distintos grupos de edad. A su vez, en el momento de la presentación, los síntomas asociados a problemas respiratorios (dolor en el pecho, dolor abdominal y disnea) tuvieron una asociación negativa con la COVID-19 o no significativa estadísticamente. Por otro lado, el modelo basado en 16 síntomas, edad y sexo, presentó una sensibilidad del 80% y una especificidad del 46%.

Conclusiones Hubo diferencias significativas entre los diferentes grupos de edad. Además, hubo interacciones entre diferentes síntomas que estaban altamente asociados con la COVID-19. Finalmente, nuestros hallazgos mostraron que un modelo de regresión basado en múltiples factores (edad, sexo, interacción entre síntomas) se puede utilizar como un método de diagnóstico accesorio o una detección rápida de la sospecha de COVID-19.

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La pandemia de coronavirus tuvo muchas consecuencias más allá de lo estrictamente sanitario y epidemiológico. En esta nota se pone el foco en aquellas que pueden ser cuantificadas en la Argentina. Las 10 figuras que se ofrecen a las/os lectoras/es resumen los temas de los que se ocupa el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE) de la Universidad Nacional de Salta (Argentina). Ellos intentan resumir lo que sucedió y trazar una imagen de los desafíos que habrá que enfrentar en el año 2021.

El documento completo se encuentra disponible AQUÍ.

-El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se ubica entre las regiones con mayores restricciones del mundo, según los datos de la Universidad de Oxford (Reino Unido).

-En el caso de la Argentina, se ven 2 fenómenos: las medidas de aislamiento y su duración generaron una fuerte caída de la actividad económica, con una tasa que en promedio supera a la de los países más desarrollados del mundo y de la región. Además, el país empeora día a día en los indicadores relacionados con el coronavirus.

-Los países con menor caída de la economía son los que tuvieron menos muertes por COVID-19 porque hicieron más testeo, rastreo y aislamiento, y no porque tuvieron cuarentenas más largas, como nuestro país.

Podés ver la nota completa AQUÍ.

Introducción El objetivo de este estudio de corte transversal fue describir los principales síntomas asociados con la COVID-19, y sus características diagnósticas, para ayudar en el diagnóstico clínico.

Métodos Se llevó a cabo un análisis de todos los pacientes diagnosticados con SARS-CoV-2 por RT-PCR entre abril y mayo 2020 en Argentina. Los datos incluyen información clínica y demográfica de todos los sujetos en el momento de la presentación (n = 67318, donde el 12% fueron positivos para SARS-CoV-2). La población de estudio se dividió en cuatro grupos de edad: pediátricos (0-17 años), adultos jóvenes (18-44 años), adultos (45-64 años) y ancianos (65-103 años). Se utilizó una regresión logística multivariante para medir la asociación de todos los síntomas y crear un modelo de diagnóstico basado en ellos.

Resultados Los síntomas asociados con la COVID-19 fueron anosmia, disgeusia, dolor de cabeza, febrícula, odinofagia y malestar. Sin embargo, la presentación de estos síntomas fue diferente entre los distintos grupos de edad. A su vez, en el momento de la presentación, los síntomas asociados a problemas respiratorios (dolor en el pecho, dolor abdominal y disnea) tuvieron una asociación negativa con la COVID-19 o no significativa estadísticamente. Por otro lado, el modelo basado en 16 síntomas, edad y sexo, presentó una sensibilidad del 80% y una especificidad del 46%.

Conclusiones Hubo diferencias significativas entre los diferentes grupos de edad. Además, hubo interacciones entre diferentes síntomas que estaban altamente asociados con la COVID-19. Finalmente, nuestros hallazgos mostraron que un modelo de regresión basado en múltiples factores (edad, sexo, interacción entre síntomas) se puede utilizar como un método de diagnóstico accesorio o una detección rápida de la sospecha de COVID-19.

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